y el día que llegue no sé cómo reaccionaré. Ahora de pensarlo me emociono. Érase una vez un sueño que desapareció sin dejar rastro. No había camino hacia él, no había señal de su huida, ni una huella indicaba la dirección. Se había esfumado con las ilusiones de una niña que dejó de sonreir, de una adolescente que se apartó a un lado para querer primero a los demás. Llegó una joven con solo media sonrisa que ya no soñaba.
Y así los años pasaron, la vida corría y no había motivación alguna mirando el futuro. ¿Una pista? ¿una pequeña señal? ¿algo para volver a creer? nada y así todos y cada uno de los días hasta que miró lejos, vio que el sol estaba siempre, la sonrisa brotó de nuevo y fue consciente de las señales que le enviaba su corazón… y volvió a escribir.
Susana Guilló - Tal y como lo siento
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