Hoy no te traigo un artículo nuevo, es el post que ayer compartí en mi cuenta de instagram así que quizá ya lo has leído. Fue una reflexión que me salió del corazón y, mientras salía, la iba escribiendo. No dice nada especial pero dice mucho y quizá el mensaje te sirva para seguir en ese objetivo que te mueve pero a veces te quedas bloqueada.
Estoy enamorada de mi libro, de esa portada que tanto significado tiene, que tantos símbolos tiene para mí en una sola imagen. Todo detalle tiene su por qué.
Lo miro y aún me cuesta creer que sea mío, me llegan mensajes super bonitos de lectoras y los escucho o leo como si no fueran para mí. A veces me escucho decirme “estoy orgullosa de tí, lo has conseguido”. En otros momentos sale mi vocecilla crítica y me dice todo lo que falta y lo que sobra. A veces voy escribiendo el segundo libro con ganas y la misma sinceridad y autenticidad pero mucho más madura, es curioso como se crece en todo. En otros momentos ese vocecilla grita que es ridículo que siga escribiendo de esa manera y con esa temática porque en realidad estoy vendiendo poquito y no vale la pena seguir.
Entonces paso por varias emociones pero de momento gana de la seguir adelante con mi propósito, mi pasión, mis ilusiones. Ahora que las he recuperado no las voy a dejar escapar. Es verdad que hay momentos de subidón de no creerlo y otros de caída en picado sintiéndome poquita cosa porque todo conlleva un gran esfuerzo que no se ve, incluso lo gratuito, y nos hemos acostumbrado a consumir tanto que no pagamos que a veces ni lo valoramos, ni valoramos a quien hay detrás, ya es como un derecho adquirido “te sigo, pues me tienes que dar contenido de calidad” y para las que no somos influencers, ni conocidas, ni famosas todo son complicaciones extra y obstáculos sin recursos para crecer.
No tengo project manager ni community, no tengo copywritter, no tengo programador… Yo soy fotógrafa, editora, correctora, … He creado mi web desde cero sin tener ni idea. Todas mis redes sociales también. Mi podcast sin nisiquiera un micro decente, directamente del movil. Y por supuesto mi libro, autopublicado porque no quería perder el tiempo de editorial en editorial que al no saber quien es una tal Susana Guilló pues ya imagino la respuesta. Eso ha sido otra aventura: registro, derechos, amazon, configurar impuestos… todo esto sin saber, por supuesto teniendo que pagar por varios servicios y rezando para haber configurado correctamente todo el tema legal.
¿Qué pretendo al contarte esto? supongo que decirte que vale la pena el camino si el “para qué” es suficientemente importante para tí. Pero hay que caminarlo y no es fácil y cuando te colocas en posición observadora entonces te apetece darte un fuerte abrazo viendo desde fuera tanta dificultad y ver cómo sigues construyendo piedra a piedra aunque se valore muy poco tu esfuerzo. El éxito no viene de fuera, el éxito es solo tuyo.
